martes, noviembre 7

Éxodo elemental



to the one who wrote:


"a present abscence,
a lonely companion,
the sun at moonlight,
the moon at daylight..."
Gota a gota,
nuestro nadie fluye convexo,
las lágrimas se secan
en sangre al ser diluidas
hacia la playa de un lamento.

El canto del águila y el cóndor;
llorarán la promesa
de libertad nocturna,
rumbo al centro esférico
girado en tu soledad desnuda.

La agonía es bebida
por la elipse labial y asesina,
cuyo sonido bordea
al contorno ocular que te alucina.

Es su ceguera
la que desenjaula
lo aviar de la esperanza,
por un mañana
adviento a la alabanza.

Vuelo a vuelo,
las estrellas se elevan oblícuas,
las nubes callan al líquido
de un cielo que cae y conspicua;

La íntima verdad
que se estrecha
a la línea vacía
del horizonte,
ahí donde el ave se pierde
en su mensaje incendiado
por la demanda y su apronte.

Es un cierto Sol
el que nos habita
y atiza el deseo
de volvernos flama,
aquí, en lo profundo
de un beso volcánico,
irreverente al absurdo
del goce perdido,
a la ironía de la piel
coartada en libido.

Concientes en que las sustancias
existen para encontrarse
en lo entrelazado de unas manos,
se respiran y envuelven en semillas
de fe poética, de magia
y su soñar significados.

Las palabras brotan plenas
en su bifurcado
ramaje de gráfos y sonidos;
expresando el dolor terrenal
surcado en nuestras faltas
y lo ausente de nuestros olvidos.

En la ancestralidad
subterránea
de aquellos tótems
que nos preceden,
linaje de deseos
concebidos en nombres
y en vientres,
tatuado es el signo
que nos trauma
y pervierte.

Nos cosechamos pues conversos,
desprendiendo nuestro tallo
en sucesiva falta
y delicada caída,
para seguir trazando
el sendero incierto
en la palabra ungida.

Damos muerte al origen amado,
desfallecemos ante
ese alguien pretendido
para el Otro tan deseado;
emergemos al llamado
de la lluvias,
y al canto sublime
de ballenas fecundas.

Los delfines devendrán
en su azulada danza;
los seres hablantes
callarán sus miradas
a lo Real, se entregarán
al infinito fortuito
de lo uno y lo dual.

El ángel
develará su sexo,
y el demonio
revertirá su anverso,

Colapsará el
Universo en una sílaba,
y nuestras almas
en el Multiverso
de una cítara.

Sus cuerdas
perdurarán vibrando
dimensiones y deidades,
en distintos tiempos,
y diversas realidades.

Es quien descansa
a la orilla de un río,
y sin saberlo
nos crea en su sonido.

¿Llegará su noche
y con ello el silencio
de su eterno olvido?

Respiro...

Phala Aleph Zain

Jah Hovah
Jah Hovah
Jah Hovah

mizpah


No hay comentarios.: