domingo, mayo 28


Order before chaos Posted by Picasa
La condesa

viernes, mayo 26

Silencio



Se puede pensar rápidamente en el día que pasó.
O en los amigos que pasaron y para siempre se perdieron, pero es inútil huir: el silencio está ahí. Aún el sufrimiento peor, el de la amistad perdida, es sólo fuga.

Pues si al principio el silencio parece aguardar una respuesta -cómo ardemos por ser llamados a responder-, pronto se descubre que de ti nada exige, quizás tan sólo tu silencio.

Cuántas horas se pierden en la oscuridad suponiendo que el silencio te juzga, como esperamos en vano ser juzgados por Dios.

Surgen las justificaciones, trágicas justificaciones forzadas, humildes disculpas hasta la indignidad.

Tan suave es para el ser humano mostrar al fin su indignidad y ser perdonado con la justificación de que es un ser humano humillado de nacimiento.

Hasta que se descubre que él ni siquiera quiere su indignidad.

Él es el silencio.

Clarice Lispector (Brasil, 1920-1977)

jueves, mayo 11

Ceguera y Silencio


Ausencia de todas ellas, en un ello sin su-s-ellos,
la córnea infantil es perforada desde su párpado interno,
llorando entre hojas secas de viejos cuellos,
una futura pupila se refleja en el pasado de un invierno...

Una mariposa, una sílfide, invisible grillo,
sus rostros emergieron en la piel de varios sueños,
una huerta, un Apolo y un gato brillo,
el hoy es silencio de lo dicho en ayeres zarceños...

Sin tu voz, sin tu-yo, sin la "t" de ti,
sin mirada; tu otro cesa de existir...

Espacios bucales, cavidades ir-ideales,
escurriéndose dentro de cajas abismales,
las percepciones y simbologías que después de ser regurjitadas,
se les vomita en un alcantarillado al ser desangeladas...

La tierra ha quedado abierta y el bucle giró aguaviento,
callando miradas en la boca, se cierran palabras en los ojos;
contemplar pues, una ceguera que ilumine un pensamiento,
hablar entonces, un silencio que recite a los adentros...

Buscar un otro que sin existir para sí,
no tema cegarse a la verdad desnuda
de una mirada que siendo muda,
recite mi propia voz, sin escucha alguna...

Un otro que no le incomode
la belleza en su soledad,
una palabra,
cuya contemplación
seduzca a los ojos a callar...

Yo soy un otro soñado por
un Otro en su oscuridad,
y ése más que nadie, soy,
no el que languidece tu deidad...

Tú eres un otro deseado en amaneceres,
es lo otro de mi lo que te sueña,
y éso más que nada; eres,
una noche con su estrella,
bendita y bella marmoleña...

Nunca fui lo que la luz de mis palabras vieron,
tan solo fui un otro que habló y que no existe,
no me veré más en las miradas que sos-tu-vieron,
el Otro que fui para ti y no lo sabré; es triste...

Perforada eres,
agujereado soy...

Escucha mis párpados callados
y contempla mi voz cerrada,
que solo así, la vida existe en sueño
y la muerte espera en tu fantasma,
ya solo queda sonreír
al ser quebrado en una lágrima,
que de ti, tan solo queda el párpado
agujereado, sin mirada;
y de mi: una boca perforada,
sin sonidos, sin palabras...
eric

lunes, mayo 1

Mañana es siempre



Cómo quisiera despertar cantando.
Pero amanezco, en cambio, dolorida de no haberme quedado en ese espacio, en ese tiempo de morir prestada.

Una isla no inscrita en ningún mapa, una célula enferma de ignorancia, un asfixiado mundo en miniatura, una avanzada humanidad triunfante, en clarines y hogueras homicidas.

Tabla sola, sin náufrago siquiera, y luchando, relincho hacia la costa, y animada nomás por el recuerdo de un aliento mordido a sus astillas.

Cómo quisiera despertar cantando, y me muero de sed y hambre de canto mientras desborda la preñada aurora en promisorio bermellón de vinos, y expandida, hoguera en panes, horneándose a lo alto.

Yo estoy abajo, debajo de la historia, sepultada en antorchas apagadas y estandartes marchitos.

Sumergida en humores subterráneos y en cenizas de huesos de bandido,
Soy el se que no fue, lo que no pudo, la olvidada, desdeñada semilla, pero existo.

Dentro tengo un sauce inclinado que me llora.
Un niño triste me llama, sin nombrarme.
Me doy cuenta, me doy cuenta, yo existo.
Mañana espero despertar, cantando.

Matilde Kirilovsky de Creimer (Argentina, 1912-2000)