domingo, octubre 11

Catecismo




La primera piedra fue
del mármol de tus pupilas,
una catedral sin santuario
en las ruinas de mi pecho...

Profética en sospecha,
cuando tu nombre cayó en suerte
de ser una plegaria recitada...

Gloriosa y tras el velo: tu demonio,
voz en eco,
reverberante en las cúpulas más altas,
en tus frescos y secretos...

Creí que descendias sobre tu luz,
creí que sabías de tu poder
al iluminar mis tinieblas y dendritas...

Babilonia

Respiro ateismo y eso me salva de ti,
parece que no te cansas de profetizarte,
con la fragancia de tu tierna histeria...

Hay Virgenes que sólo sangran
oro, incienso y mirra...

Hay virgenes que sólo se aparecen
velando el negativo de su fotografía...

Hoy soy Jesús deseando a una prostituta,
que no tema ensuciarse de tierra,
que no se avergüence de abrazar las piedras
que la golpean y resucitan...

Hoy ya no quise ser un ángel,
ni un santo, ni vidente,
tan sólo un animal en caída
desde que ya no sabe como encontrarle
el borde a sus heridas...

Tan solo me queda beber agua que no es bendita,
permanecer infiel a cualquier doctrina,
aún cuando las misas hablen de un amor soñado,
escrito, fundamentado, pero que nunca se cristaliza...

Mizpah




domingo, abril 5

Hoy



De aquella esquina que se tornó un espía,
de aquel telar que dibujaba una idea,
de aquello que los labios nunca pronunciaron,
de aquellos tiempos en que tu lienzo permanecía pintado...

Hoy parto en dos una manzana,
escupo las semillas al espacio
donde alguna vez existió nuestra tierra,
y le lloro lluvia, suspirando la palabra esta de:
"mañana".

No me queda más que comerme tus palabras,
porque ya ni Borges, ni Sabines, ni Whitman
me nutren tanto como la luz imaginaria
de tus pupilas, reposada en el infinito de un papel,
como una vez lo fue tu piel,
como alguna vez fui yo tu Babel.

Feliz día, hoy...
feliz noche, hoy...
feliz vida, siempre...

Mizpah

viernes, abril 3

Lo lindo que es Guantánamo



Hubo una luz marchita desde el principio.

Como si la flor estuviera caída
en el origen mismo de sus pistilos.

La razón extraviada ratifica la mirada,
en el bautismo se calca la ceniza con los dedos,
ningún silencio se enuncia para callarse,
y nadie le grita ya al agua ni a sus gotas,
ya nadie se llora en la quinta vez de sus delirios.

Sólo una amalgama de ideas
se aviene en un marfil edificado,
un elefante muere sonriente,
porque bien sabe que fue sabio.

En un castillo de Namibia,
un principado quedó traspapelado,
trámite revocado y expedito,
y la razón fue simple, mira:
ningún desierto es lo bastante seco
para erguir una sed que destierre
un ejército de parpados sacrificados.

Lo que quiero decir es:
lo simple no basta
para que dos incógnitas
se enlacen en pecado.

Es quizás hora de refugiarse
en lo lindo que es Guantánamo,
porque del horror de salvar a un
pordiosero perro perdido,
yo me salvo linda, yo me salvo.

Mizpah