martes, enero 15

Things we lost in the fire




Tan sólo somos criaturas de piel... somos a partir de ella... nuestra piel, necesita de piel para existir...

Somos esa frágil membrana que vibra como un tímpano ante un sonido de presencia, o ante un sonido de ausencia...






Esa constante que se mantiene inamovible, desde la primera infancia hasta la vejez... buscamos la resonancia de otra piel que nos recuerde de nuestra existencia...




El simple contacto... puede provenir del canto de una pupila, o de la mirada de una voz...

Adictos a la reverberación que satura los vacíos, que sacia las hambres, que calla a las angustias... ecos en la piel que nos permiten dormir cada noche en paz...






La vida es como aquella sensación de llenarnos las manos de resistol, dejar que se seque y ver como una pequeña piel se desprende... solo que debajo de ella, no queda mas que vacío...

Somos una membrana que se regenera así misma a través de las pérdidas... cuando el otro se va, cuando el otro nos falla al fallecer, cuando ese recubrimiento que abarcaba todo el sentido de nuestras vidas, se desgarra y como cáscara... cae... la urgencia de tapar el boquete nos sitúa en el ilógico tiempo de desvanecernos giro tras giro, en vórtice succionante del sinsentido... ¿cómo tapar el hoyo en una burbuja de jabón antes de que se reviente?

Siempre nos acompañará el pánico de llegar al lugar del encuentro y hallarlo vacío, a veces nos veremos obligados a clavarle las uñas a aquello de lo cual, no nos podemos dar el lujo de que nos haga falta... tan solo eso hermanos, hermanas... somos el himen que protege nuestro propio vacío... fragilidad somos...





El amor necesita ser amado para existir... y de la expresión más básica, más elemental, más natural, es esa... una caricia de ojos vendados, una caricia sin juicios, sin pretensiones... una caricia libre de regulaciones sociales y morales... una caricia consciente de la vida que contiene en sí misma... es a partir de una caricia en que empezamos a existir...






La muerte, el desamor, la indiferencia, las ausencias, el vacío, el dolor, la angustia... siempre van a estar ahí... como un agujero... ¿las caricias? hilos para zurcir...




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