sábado, marzo 15

Especularidad




"Porque el riesgo de la locura se mide por el atractivo mismo de las identificaciones en las que el hombre compromete a la vez su verdad y su ser. Lejos pues, de ser la locura el hecho contingente de las fragilidades de su organismo, es la permanente virtualidad de una grieta abierta en su esencia. Lejos de ser "un insulto" para la libertad, es su más fiel compañera: sigue como una sombra su movimiento. Y el ser del hombre no sólo no se lo puede comprender sin la locura, sino que ni aun sería el ser del hombre sino llevara en sí la locura como límite de su libertad"

J. Lacan


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Habrá veces que los cordones se colapsen y las crisis sobrevengan en un parte-aguas de nuestra existencia. Simplemente porque venimos a este mundo sin mapas y sin brújulas.

La sutilidad de la luz es que siempre oculta una oscuridad, porque así hemos aprendido a hablar, así nos dijeron que las palabras significan. Decimos “luz” ignorando que solo se puede comprender a la luz a partir de su intrínseca oscuridad. Si tan solo nuestro lenguaje englobara en el significado de sus palabras ambas partes de su bella dualidad… “arribabajo”, “fueradentro”, “amorodio”…

¿Qué otro nombre existe detrás del nombre que encarnamos aún antes de nacer?…

Siguen las preguntas que brotan en la desesperación lagrimal por deshacernos de todo eso que nos impide ser libres, por derrocar todos los gobiernos que vinieron de afuera y nos conquistaron, oprimiendo nuestra voluntad y confundiendo nuestro verdadero deseo por otro muy ajeno… y continuamos preguntando el porqué de todo esto…

Cosas que nuestra carne no entiende porque es muy difícil el enfrentamiento por miedo a que esa misma carne sea rebanada en múltiples fragmentos sin sentido para ser arrojados al vacío… y sin embargo, hay cosas que se rompen, como el líquido cristal de un ojo que retrata la realidad…

Porque esa mirada es en sí misma fragilidad, imperfección… solo un lente fragmentado podía retratar a los gemelos y mostrarles que realmente no lo son, liberarlos de esa ilusión óptica en que se encontraban atrapados…

Irrumpe una diferencia entre aquella gemelaridad, aquella (mi) certidumbre de que toda esta incoherencia del mundo y de la vida valía la pena solo por el hecho de que aquel ideal existía…

Los gemelos se persiguen sus imágenes y se persiguen sus verdades. La luz se fragmentaba en esos espejos ideales, porque las respuestas no se podían encontrar ni en los amos ni en las matrices, porque los gemelos luchaban a muerte por acaparar sus reconocimientos, por encarnar sus miradas de amor y de deseo…

¿Y ahora? Bueno, ahora esa roca de (mi) certidumbre en la que la existencia se justificaba a sí misma ha sido relanzada muy lejos en medio de la selva, habrá ahora que encontrarla en otro lado, para que la vida se mueva, para que la vida siga sorprendiendo, para que las transformaciones se sigan dando…

Aún así, hay otro espejo diminuto, brotante. Un maestro que pronuncia los ecos de lo que bien pueden ser historias a repetirse, pero es claro que una nueva conciencia está permitiendo que otras historias se escriban, otros caminos se caminen… como el atrevimiento a asomarse a ese cristal de agua, que inevitablemente se rompe para que el narciso desaparezca hacia el otro del espejo, para contemplarse en su reverso, ahí donde no hay dioses, ni verdades, ni indicaciones de cómo llegar otra vez a Casa… en ese otro lugar, todas las palabras con mayúscula desaparecen, incluyendo nuestros propios nombres…

Así que bienvenida seas oscuridad de mi luz, claridad de mi lienzo, resignificación de mi claroscuro…



eric


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