domingo, abril 6

Free butterfly





“El objeto se alcanza por la vía de una búsqueda del objeto perdido. Por
el solo hecho de esta repetición se instaura una discordancia. El sujeto está unido con el objeto perdido por una nostalgia. El nuevo objeto se busca a través de la búsqueda de una satisfacción pasada: es encontrado y atrapado en un lugar distinto a aquél donde se lo buscaba”


J. Lacan

Hay un lugar que se devela cuando un párpado se abre a la mitad, es un horizonte invertido, es un sol negro y vacío, es una luz igualmente invertida, que ilumina con su oscuridad a aquel territorio de sueños y promesas que guardamos desde que las palabras nos permitieron tener memoria.

Es un lugar que lo causa todo, un lugar que hace que la humanidad se mueva, un lugar que permitió que toda la humanidad dentro de mí, se abriera una vez más a través de mi mano, para que otra mariposa llegara y me advirtiera, que sus alas serían translúcidas, que su nombre no existiría y que su tiempo no se mediría con relojes…

Ustedes saben que de lo único de lo que nos podemos agarrar cuando nos vendamos los ojos, es de la fe. Una fe encendida ya no de la premisa de “hágase Tú voluntad así en la tierra como en el cielo”, si no una fe que duda, que es encendida desde la voluntad cuyas alas son de deseo. Un deseo que se confunde con la necesidad de alimento y de cobijo.

Un deseo que es función de libertad y que nos muestra el hecho de que estaremos condenados a ser libres sólo bajo (la) palabra, una palabra que en el momento de ser pronunciada, hace que la mariposa inevitablemente vuele, por el hecho de que no hay palabra alguna que la nombre. Una mariposa cuyas alas anunciaban ya su partida, en el mismo momento de su llegada.

Pero en esa eterna brevedad, en la que ese lugar es re-conocido, hubo que dejar que la mariposa causase en nosotros lo que tenía que ser causado, para que la vida se siguiera moviendo, y se siguieran escribiendo poemas y plasmando lienzos.

Hermanos y hermanas del jurado, el solsticio abrió aquel capullo, el sol secó sus alas y la luna serenó los ayeres. Hoy, me he comido a Chronos, y aquella mariposa que quedó tatuada hace tres abriles permanecerá siempre como un recuerdo hermoso; y hoy, esta otra y misma mariposa que emprende de nuevo su vuelo, me ha dicho que sus alas fueron blancos lienzos, y que fui yo quien plasmó inéditos colores, formas, ideas y sueños…

Libre mariposa que me ha brindado libertad; a ti te digo vuela… vuela hacia tu propia libertad…

Mizpah

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