domingo, septiembre 4

Lluvia Verde



Tus pies, descalzos de olvidos
dudan de sus pasos,
acarician al color verde,
orillándote a tu río...

Hay penumbras que te exploran,
te extravían, te esconden.

Tu frente y tu tiempo,
dos lirios incandescentes,
queriendo incendiar al
colibrí de tu espíritu.

Es en las entrañas de tu nombre,
el lugar donde una niña te aguarda,
con ojos tristes y mirada blanca.

Te desdoblas.

Como queriéndote encontrar,
te enlazas con tu ausencia,
brotas en el interior de tu lluvia.

Tu mano es semilla abierta,
enraizada en lo translúcido
de tu sueño.

Eres tierra en tu presente.

Renaces en tu ombligo.

...y en ese lánguido instante
en el que tus dedos te sumergen
del otro lado ti; haces nacer
una estrella de perdón,
asomándote en tu horizonte,
acariciando la llegada
de un nuevo Sol.

Mizpah

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